Los decretos leyes dominan un enfoque confiscatorio, punitivo y claramente represivo
Desde hace casi diez años la propiedad privada ha sido colocada en la picota por el presidente de la República. El jefe del Estado y muchos de sus allegados se han apropiado de la infeliz frase de Proudhon, el atolondrado socialista utópico de mediado del siglo XIX, la propiedad es un robo. Inspirados en este exabrupto que refleja una supina ignorancia de la historia humana, desde 1999 el Gobierno estimula invasiones de tierras, inmuebles urbanos, fincas y haciendas, toma de fábricas y embotelladoras de refrescos. Leer...
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